la gente del tren y el mundo matemático

este fin de semana he tenido un par de momentos matemáticos. el sábado en el tren hacia Gandía iba bastante aburrida, así que me puse a hacer uno de mis pasatiempos preferidos: cotillear a la gente de mi alrededor. delante mio iba una chica que leía un dossier de filología inglesa y tenía un mp3 extrañamente grande, tipo "arradiet" de mi padre. llamó a su padre para que fuese a por ella, así que intenté descubrir por su acento donde se iba a bajar. adiviné: Tavernes. cuando me aburrí de la chica empecé a mirar al chico que estaba a mi lado. típico chico de Gandía con el pelo engominao y sudadera deportiva que leía la revista Man. más tarde, cuando llegué a Gandía, me fui con mi madre a ver un espectáculo muy raro de danza para discapacitados. al salir, el chico del tren pasó por delante mio con el coche. bueno, hasta aquí normal, Gandía es muy pequeño. el domingo volví a Valencia y me fui a cenar al Foster's con Blas y Nando, y de nuevo allí estaba el chico del tren, dispuesto a meterse entre pecho y espalda un costillar de considerables dimensiones. al día siguiente, en la facultad, me encontré con la chica del tren un par de veces... momento matemático o casualidad absolutamente normal... de momento no lo se, igual todo esto es una señal porque en un futuro estas dos personas van a tener algún tipo de relevancia en mi vida. aunque lo más probable es que no les vuelva a ver y se me olvide. y no es por tirar por la borda las teorías de Amanda, pero es que soy bastante escéptica, que le vamos a hacer...